RESEÑA NIEVE EN OTOÑO

Título: Nieve en otoño

Autora: Irène Némirovsky

Editorial: Salamandra

Páginas: 96

Sinopsis:

En este breve relato sobre el exilio y la nostalgia, Némirovsky exhibe una vez más el don de aproximar sus personajes a los lectores y de evocar situaciones como si la frontera entre lo real y lo imaginario no existiese.

La anciana Tatiana Ivanovna ha dedicado toda su vida a servir a sus señores, los Karin, a quienes ha visto nacer y crecer en la mansión de Sujarevo, en las inmediaciones de Moscú. Cuando la familia se ve obligada a huir por la Revolución de Octubre, la fiel criada termina por reunirse con ellos en París, donde, a pesar de que los Karin han perdido su posición social y su fortuna, continúa a su servicio en el modesto apartamento en que residen. Supervivientes de un mundo perdido, los Karin y su sirvienta necesitarán olvidar para salir adelante, pero la vieja Tatiana nunca deja de soñar con su tierra natal, ni de sufrir para adaptarse a la vida en un lugar donde las primeras nieves no llegan hasta pasado el otoño.

Al igual que su admirado Chéjov, Irène Némirovsky tiene un talento especial para observar y captar los detalles más reveladores de la intimidad de sus personajes. El lector encontrará aquí el germen de la imponente Suite francesa, y llegará al final de esta breve novela con la sensación de haber realizado un intenso viaje emocional.

OPINIÓN

¿Se puede sintentizar los cambios políticos y sociales y todo el dolor que acarreó la Revolución rusa de 1917 en menos de 100 páginas? Se puede sí, si eres Irène Némirovsky. Y es que esta escritora es capaz de condensar en muy pocas páginas todo eso y mucho más.

Es una novela cargada de simbolismos y sentimientos.

A través de la mirada de la anciana Tatiana Ivanovna, la niñera de los Karin, vemos como la Rusia de los zares finaliza, como se alza el pueblo contra la alta sociedad, pero también nos muestra el horror de la guerra, la sinrazón de las muertes, el exilio forzoso, la miseria y un gran sentimiento de desarraigo. Nos muestras cómo las personas de la alta sociedad que huyen de la guerra tienen que vivir en la miseria, cómo se tienen que reinventar para poder sobrevivir, y cómo los jóvenes se debaten entre la educación recibida y la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno con nuevas costumbres y necesidades vitales que cubrir.

Pero es ella, Tatiana el eje central de la novela, sus ojos son los que nos muestran todo y los que se pierden en la nada. Su lealtad hacia «sus señores» le lleva a huir con ellos, o quizás no sea la lealtad lo que la mueve sino un sentimiento de pertenencia o seguridad alrededor de ellos. Sea como fuere, el dolor que refleja su mirada cala en lo más hondo de nosotros.

Y todo esto en menos de 100 páginas.

Irène Némirovsky es una de las grandísimas escritoras que nos dio el siglo XX, poco se habla de esta autora para la calidad maravillosa de sus novelas.

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